El volapük es una lengua artificial creada por el sacerdote alemán Johann Martin Schleyer en 1879, con la intención de facilitar la comprensión entre personas de distintas culturas (véase lengua auxiliar). Schleyer publicó un esbozo del volapük en mayo de 1879 en la revista católica Sionsharfe, de la que él era editor. A este primer artículo le siguió, al año siguiente, un libro en alemán. El éxito de la nueva lengua fue prácticamente inmediato. El idioma creado por Schleyer se encontraba en su punto más alto de popularidad, con un número estimado de 283 asociaciones, 25 publicaciones periódicas en o sobre el volapük y 316 libros de texto en 25 idiomas. Se creó la Academia Internacional del volapük (Kadäm bevünetik Volapüka) en 1887 para conservar y perfeccionar la lengua.

Fue precisamente a partir del tercer congreso en 1889 cuando comenzó el declive imparable del movimiento. Esto se debió a las diferencias irreconciliables entre el sector que abogaba por introducir reformas en el volapük, y el sector más conservador que no deseaba cambios, cuyo referente era el propio Schleyer. Schleyer insistía en considerar el volapük como propiedad suya, y en la acritud de la disputa llegó a negarse a reconocer la autoridad de la Academia. Todo esto provocó escisiones en el movimiento y una importante pérdida de apoyo, ya que muchos seguidores dirigieron su interés hacia otras lenguas artificiales, especialmente el esperanto, surgido en 1887.

En los años 1920, el neerlandés Arie de Jong, con la anuencia de los pocos hablantes de volapük que quedaban, llevó a cabo una reforma del idioma que publicó en 1931. La nueva versión reformada del volapük fue aceptada por todos y es la empleada en la actualidad. Gracias a la labor de Arie de Jong, el volapük vivió un breve resurgimiento en los Países Bajos y Alemania, pero la represión que sufrieron las lenguas artificiales bajo el nazismo supuso un duro golpe del cual el volapük nunca se recuperó. Se estima que en la actualidad sólo hay unas pocas decenas de hablantes del idioma, en su mayoría (si no en su totalidad) esperantistas interesados en la historia de las lenguas artificiales. A pesar de todo, siempre ha existido una comunidad de hablantes de volapük desde los tiempos de Schleyer, oficialmente dirigida por una sucesión ininterrumpida de cifals (de cifal, líder). (Leer más...)